martes, 22 de junio de 2010

El culo lleno de preguntas



¿Qué te pasa?

¿Cuánto hace que están?

¿Qué será del pan y la mermelada que comía mientras miraba La Isla de Guilligan?

¿No sabés manejar?

¿Plata o mierda?

¿Bondi o subte?

¿Te parece que es para tanto?

¿Puedo ir al baño?

¿Cuánto pagas acá?

¿Sin expensas?

¿Puedo ir de vacaciones a tu ego?

¿No querés ser del interior así dormimos la siesta?

¿Te puedo hacer una pregunta?

¿Conocés la cancha de Douglas?

¿Puede ser que te tenga visto de Puan?

¿Qué parte del SÍ no te queda clara?

¿Me aguantás?

¿Me parece a mi o la distancia entre nosotros es una matinee de miedos?

¿Por qué nunca te encuentro arriba del 63?

¿Puede ser que te cortaste el pelo?

¿Querés que cambiemos?

¿Vos también dormís con la luz prendida?

¿No será que la luna sólo alumbra tu costado?

¿No será que el silencio vomitó tu alfombra?

¿A que hora juega River?

¿Sos pariente de los Glass?

¿Quién se la aguanta?

¿Cuántos habitantes tiene Medellín?

¿Puedo estar triste mientras te amo?

¿Me pasás la sal?

¿Tus noches duran lo mismo que mi fiebre?

¿Le podés decir a tu amiga que se rescate y se lave los dientes?

¿De qué signo sos?

¿Te puedo pedir un favor?

¿Tenés fuego?

¿Qué te iba a decir?

¿Te molesta si fumo?

¿Sabés hacer acordes con cejilla?

¿Te creés vivo?

¿No te parece muy cómodo ser cínico todo el tiempo?

¿Sabías que ser polémico no siempre significa ser lúcido?

¿Qué es la literatura?

¿Posta?

¿Qué onda?

¿Por cuánta guita vivís sin celular?

¿Dónde va la gente cuando llueve?

¿Te puedo alquilar la espalda por este invierno?

¿Dónde nos metimos esa noche que no nos encontramos?

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Tengo el culo lleno de preguntas,
nadie responde y todos aplauden.

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¿En qué sentido?

jueves, 10 de junio de 2010

La cajera del Disco está triste

Tiene ojos azules, carita huesuda y blanca,
con granos secos de otro tiempo,
y rulos a medio nacer.
Para mi se parece a La Oma,
pero tiene veintipico, un Nokia 1100
y vive en Parque Patricios.

La veo morderse los labios,
bufar contra el mundo, comerse las uñas,
con la mirada perdida, entregada,
sintiendo cada yogurt como un duelo;
programada, configurada,
preguntando al aire si tenés Disco Plus,
mientras la gente se ríe,
mira el techo o habla del mundial.

La cajera del Disco está triste,
se le nota en la cara,
sobre todo cuando pide cambio de cien,
grita con miedo, con un dejo de bronca, pero tímida,
y sus compañeros de buzo rojo se precipitan,
ella se desespera y se le mojan los ojos;
con el corazón en la boca, ansiosa, insulsa,
me dan ganas de abrazarla, de decirle que se relaje,
que no hay apuro, que mi tarde es una excusa,
que mi tiempo es un Top Line de frutas verdes,
que sólo debo volver a casa donde nadie me espera.

La cajera del Disco está triste,
se le nota en el buzo descolorido,
y por diez minutos, me siento ella,
porque me llevo el ticket de una lágrima,
medio kilo de pan, una botella de vino,
fideos tirabuzón y un paquete de Frutigran…

Que tanto me recuerdan a vos,
al Acorazado Potemkin
y a ese verano en el PH de Nazca.

Fútbol Infantil

Ayer pase por tu casa y me dio vergüenza
acordarme que nunca fuí feliz.

Me sentí vacío,
como un Tupper en una heladera,
como mirando un partido de fútbol infantil,
donde los padres putean al árbitro y a los rivales…

Esos Brujitas Verones,
que se comen los mocos y duermen con la luz prendida