lunes, 25 de octubre de 2010

Flopy, inmediatamente triste


Flopy llegó del gimnasio,
comió ensalada de frutas
y se metió en la ducha.

Flopy en tanga,
secó su pelo,
se puso desodorante
y untó sus manos con crema.

Flopy toda limpia,
Flopy crema de enjuague,
las pantuflas de Flopy,
el celular de Flopy.

Flopy atendió.
Flopy habló con Dolo.
Flopy se enteró:
Martín va a estar en el cumple de Luli.

Desde la cocina,
alienado en el último mate frío,
pude escuchar el trépido lagrimeo de Flopy.

Entré a su cuarto y la vi.
Flopy inconsolable,
tirada en su cama,
mirando el techo,
luchando soberanamente
para poder subirse el cierre.

Flopy me miró, lloró para siempre
y se sintió desnuda sobre Coronel Díaz.

Flopy y sus tres kilos de ciclotimia.
Flopy angustiada.
Flopy desolada en el prólogo de un sábado.
Flopy torturada.
Flopy, inmediatamente triste.

Alto Palermo.
Flopy.
El mundo y sus maltratos.

lunes, 18 de octubre de 2010

Un pibe de las inferiores

Cuando te diste cuenta
que olvidé tus libros en el tren,
me dijiste de todo
menos que el futuro
es nuestro lugar en el mundo.

Llorabas,
lamentabas la muerte de tu prosa eslava.

Tosías,
maldecías la hora en que nos encantamos.

Me dijiste que esto fue
la gota que rebalsó el Río Arrecifes,
y yo ni siquiera pude disculparme.

Me sentí un pibe de las inferiores
en la soledad de una pensión,
un alcanzapelotas lento,
humillado y bastardeado
por el temperamento guaraní
de José Luis Chilavert.

martes, 5 de octubre de 2010

Algo naranja titila

Te tocás el pelo,
mordés el capuchón de la lapicera
y detrás tuyo hay una foto
de las Cataratas del Iguazú.

Mirás el monitor,
algo naranja titila,
tu sonrisa se impone,
y se detienen hasta
las fábricas de Tokio.