En Buenos
Aires está todo,
menos el
tiempo que perdemos pensando en eso.
En Google
está todo,
menos vos
recién salida del baño,
con el
pelo envuelto en una toalla,
sonriendo,
mojando el
pan en el tuco.
En la
libertad está todo,
menos la religión,
el miedo y
la paz.
En el amor
está todo,
menos la
mala leche,
de la que
no se vuelve.
En el
tiempo está todo,
menos la
poesía,
que hace
la suya.