jueves, 25 de junio de 2015

Las lágrimas rompen el tiempo

Las lágrimas tienen fueros
que las protegen de la injusticia,
zafan de la tumba de la indiferencia,
cajonean su propio destino.

No importa si son lágrimas de alegría,
de tristeza, de rabia, o de mentira,
siempre gozan de su condición
de inimputables, de mártires,
son las estrellas que saludan
al pueblo desde un autobomba,
por la avenida ancha del mundo.

Las lágrimas rompen el tiempo,
escriben la historia que quieren,
abusan de su tradición,
de su significado,
de su silencio;
pero como todo dios,
tienen su talón de aquiles,
su penal errado en semi,
la traición de su propia gula:

son las lágrimas que aparecen
justo en el final de un bostezo,
esas huérfanas y avarientas
que huyen de la perfección,
solo que el cuerpo las obliga a salir,
porque se hicieron las boludas
cuando tenían que salir posta.

miércoles, 17 de junio de 2015

Un día de semana de junio

Casi las tres de la mañana
y no me puedo dormir.

En remera,
pantalón largo de River
y medias,
ordeno la biblioteca.

Agarro cualquier libro,
leo una página al azar
y lo vuelvo a guardar
donde estuvo siempre.

Así,
hasta sentir que me
voy a soñar encima.

No me queda otra,
me conozco,
si me dejo llevar por el silencio,
soy el agua del mar cuando rebota
contra las paredes de un faro.