Casi las
tres de la mañana
y no me
puedo dormir.
En remera,
pantalón
largo de River
y medias,
ordeno la biblioteca.
Agarro
cualquier libro,
leo una
página al azar
y lo
vuelvo a guardar
donde
estuvo siempre.
Así,
hasta sentir
que me
voy a
soñar encima.
No me
queda otra,
me
conozco,
si me dejo
llevar por el silencio,
soy el
agua del mar cuando rebota
contra las paredes de un
faro.
Te ame
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