Los mares se formaron
porque alguien pensó
que en ese gran baldío
quedaría bien un montón
de líquido salvaje,
una acción,
un silencio en movimiento,
lo azul,
lo gris,
lo cristalino,
una estética de la muerte,
una ilusión mayor,
una belleza salada
para toda la familia.
Fue así de simple,
alguien tuvo la idea,
se la jugó,
nunca especuló,
y pimba,
el mundo.
Entonces el resto,
algún nosotros
que reconstruye
lo imperceptible,
algún ustedes
que transforma
cualquier destino,
se hizo eco de
la corazonada
y la multiplicó
en ideas infinitas:
las vacaciones,
los barcos hundidos,
los hits,
la colonización,
el nombre Marina,
la adolescencia,
los faros,
Aldosivi,
el desembarco en Normandía,
el choclo,
el vóley,
la lucha de Bolivia,
la foto de una chico leyendo,
la prefectura,
la fama de Johnny Deep,
la arena,
los boliches de Gesell,
los puertos,
el atún,
la prosa de Hemingway,
el viento,
tus ojos,
la tardecita,
y así.
jueves, 17 de agosto de 2017
miércoles, 2 de agosto de 2017
Coso
En tiempos difíciles,
donde lo frívolo y lo cínico
es tan bien ponderado,
hay que amar con la
versatilidad de la
palabra coso,
así,
con ese criterio de adaptación,
con el poder de la idiosincrasia,
con lo genuino y lo espontáneo
corte fuego en el espacio,
brillar,
plantarse,
aguantar,
adueñarse del contexto
y trascender desde
lo imprescindible:
la persona de al lado.
donde lo frívolo y lo cínico
es tan bien ponderado,
hay que amar con la
versatilidad de la
palabra coso,
así,
con ese criterio de adaptación,
con el poder de la idiosincrasia,
con lo genuino y lo espontáneo
corte fuego en el espacio,
brillar,
plantarse,
aguantar,
adueñarse del contexto
y trascender desde
lo imprescindible:
la persona de al lado.
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