Sobre
Lavalle,
una mujer
sube al 115 y saluda
al tipo que
está sentado al lado mío.
Se
sorprenden, se recuerdan.
Trato de
escucharlos de reojo,
porque
quisiera saber de dónde se conocen,
a dónde
van,
quiénes
son,
por qué
van,
por qué
son,
y así
sumarme a la charla,
presentarme,
sonreír,
contarles
que soy del interior,
y que en días
como hoy,
extraño
mucho.
Lindo, muy lindo y sincero. Y cortito.
ResponderEliminar