Seamos
pájaros,
de los que
no molestan,
de los que
son libres porque sí,
de los que
no necesitan demostrárselo a nadie.
Seamos
pájaros,
juntémonos
todas las tardecitas en
la esquina
de un camalotal,
avancemos
con la correntada de nuestro río,
mansos,
seguros,
con el sol
en el pecho,
que el
agua nos lleve,
mientras
nosotros posamos en la proa de un camalote,
erguidos
como Cristiano Ronaldo,
enamorados
hasta las alas.
Seamos
pájaros,
volemos
rozando el agua,
perdámonos
entre las nubes,
aparezcamos
de nuevo,
pasemos
cerca de los barriletes de los nenes,
que ellos
le cuenten a sus padres sorprendidos,
pasemos de
vuelta,
apropósito,
que los
nenes sonrían,
que
sientan que también estamos jugando,
que nos
digan “pajaritos”,
que nos
aplaudan,
que nos
recuerden.
Seamos
pájaros,
tengamos
nuestro idioma,
tengamos
nuestras leyes,
las del
aire,
las del
viento,
tengamos
nuestros secretos,
como las
ciudades,
como tus
ojos,
como mis
miedos.
Seamos
pájaros,
hagamos
morisquetas,
hagamos
carreras de isla a isla,
dejémonos
ganar,
agarrémonos
la mano en el aire,
busquemos
el árbol más alto,
miremos
todo el horizonte que sobra,
vayamos a
buscarlo.
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