Tampoco la exageración,
pero qué tristeza la de tus ojos
cuando saben lo que va a pasar,
qué miedo nuestro silencio
cuando no se ve la otra orilla,
qué asco mis decisiones
cuando son una pregunta.
Tampoco la exageración,
pero cómo hacés para volver
a sentir lo mismo que nunca,
cómo vamos a terminar de
construir semejante río,
cómo sobreviviré si hay tanta
distancia entre puente y puente.
Tampoco la exageración,
pero si te duele,
te duele.
No hay comentarios:
Publicar un comentario