Cuando
me acusan de ansioso,
salgo corriendo
detrás del tiempo,
lo alcanzo,
y trato
de explicarle el pasado,
con la
boca llena.
Cuando
me acusan de exagerado,
cuento
que Perón me encontró besando a Evita,
y en
vez de matarnos,
se puso
a llorar.
Cuando
me acusan de cobarde,
saco una
bola de cristal
y
muestro el futuro:
una
pareja de ancianos,
tomando
mate y leyendo poemas de Santoro,
mientras
un ejército de drones
sobrevuela su patio.
Cuando
me acusan de drástico,
me saco
la remera,
cierro
el puño,
me
golpeo el pecho,
y con
la mirada perdida,
les
digo que tiren,
que me
llenen de plomo,
que la
vida no tiene sentido si me faltan
todas
las siestas que nos pertenecen.
Cuando
me acusan de dramático,
suspiro,
me
agarro la cabeza,
le meto
un portazo al alma,
y con
gesto de Coca Sarli,
argumento
que estoy enamorado
de un
montón de cosas.
Vos lográs que la poesía y yo nos gustemos y caigamos bien. Gracias, llevaba tiempo sin saber de ella.
ResponderEliminarmuy bueno che
ResponderEliminarLeito, en algun partido desde la television israeli vi una bandera de arrecifes! beso grande ninio!
ResponderEliminarSimplemente genial compañero... genial.
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