Si me
preguntás cómo me di cuenta que estás llorando,
te
respondo con el slogan de Coto.
Porque es
como si te estuviese viendo:
merodeás la
góndola de lácteos,
estás en
short, musculosa y ojotas,
no te
decidís,
mirás los
vencimientos,
llamás a
tu mamá,
tenés frío
por el aire acondicionado,
te abrazás
sola,
bufás
cuando ves la cola que hay la caja,
y ahí,
casi con
el ojo temblando,
me
escribís el mensaje.
No sé si
es un mérito mío o de
ambos,
no sé si
es un mérito o una circunstancia,
pero si de
algo me puedo jactar
es de
saber que Yo te conozco,
por eso te
quiero cuidar,
por eso te
quiero cerca,
por eso te
amo con tanta fuerza;
con la
misma que pongo cuando juego
a la
pulseada con el mundo.
este poema es muy chébere gabilondo!
ResponderEliminarher-mo-so
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