lunes, 6 de agosto de 2012

Zapatillas con luces

Antes de tomar el tren en Once
compraste un regalo para tu sobrino,
las zapatillas con luces.

El sonido del silbato de cada estación
es un penal que nos cobra el tiempo.

Llegamos,
el Peronismo se vuelve carne,
deja de ser un ícono,
un debate absurdo,
una pose.

Nos reciben en la reja,
alegres, ansiosos,
porque acá todo es verdad.

El pibito,
la mar de contento,
mira asombrado y tira facha para todos los costados.

Vos,
toda orgullosa,
le hacés doble nudo, sonreís y me guiñás un ojo.

Yo,
todo abrigado,
acepto bizcochuelo de tu hermana, tomo mate y te amo.

Nosotros,
en este sábado que llovizna,
hackeamos a la soledad,
mientras tu sobrino mete pasitos de cumbia,
agarrado a la puerta del garage.

No hay comentarios:

Publicar un comentario