jueves, 28 de febrero de 2013

Un silencio zaparrastroso


A Manuel, el sobrino del Tano.



No sé para qué mierda te amo
en cantidades industriales,
si después a mi corazón lo vende
un nene descalzo en el subte;
desidia organizada,
mi pecho es la fosa oscura
del mecánico que arregla tu llanto
y mi patio sigue lleno de ortigas,
me arde la demora,
novela de carne,
me duelen los relojes;
ahí estás,
otra vez,
te estoy viendo,
te seguís olvidando de tomar la pastilla;
pero ahora te queda un silencio zaparrastroso,
nadie protesta,
nadie se acuerda,
sólo yo cuando tengo frío,
pero ya me fui,
no existo,
tirito en cincuenta cuadros,
subo otros ascensores,
soy un sábado nublado,
una cancha embarrada de la D,
un barrabrava muerto;
ojalá algún día puedas volver a mirarme,
en los ojos tengo un pretexto,
una consigna,
busco la paciencia que perdimos
en la prosa enferma de los mails,
y ahí me quedo,
balbuceando en el ardid de tus escrúpulos,
en este sillón-cama que nunca tuvo resortes,
como tu tacto.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Lo que hace la fuerza (de un abrazo)


Empezó la reunión de consorcio en la Muralla China,
un verso se hizo prosa y nadie se dio cuenta,
Poseidón abrió los mares y puso un Carrefour,
pasó una ambulancia,
Messi gambeteó a todos los habitantes
de Brasil con la cara llena de lágrimas,
llovió hasta que nos dormimos,
África se volvió imperio y no se tomó venganza,
abandonaron un bebé en una capilla,
se le paró el corazón a un jugador de la Play,
nos enamoramos hasta la medula,
nos aburrimos de sentir,
una piba le sacó fotocopias a La Biblia,
un militante comprendió el Riesgo País,
flotamos,
la distancia nos desnudó,
empezamos a ver una serie,
la luna prendió el equipo electrógeno,
sonreímos,
elegimos el nombre de nuestros hijos,
le cortamos el pelo a una Golden gorda,
compramos un pasaje,
nos pusimos celosos,
lloramos,
subió el dólar,
nos chupó un huevo,
arreglamos un estribillo,
el olor a pasto mojado inundó el mundo,
estuvimos al pedo en Buenos Aires,
dudamos,
Tim Burton escribió un corto sobre nosotros,
el sol se desvaneció sobre la plaza,
homenajeamos a la siesta,
fuimos inalcanzables,
tuvimos la verdad,
leímos que lo que quisimos,
hicimos lo que pudimos,
nos desesperamos,
y ante tanta fuerza,
hasta el amor se sintió vulnerable.