lunes, 15 de octubre de 2012

Un poema de Buenos Aires


Sobre Lavalle,
una mujer sube al 115 y saluda
al tipo que está sentado al lado mío.

Se sorprenden, se recuerdan.

Trato de escucharlos de reojo,
porque quisiera saber de dónde se conocen,
a dónde van,
quiénes son,
por qué van,
por qué son,
y así sumarme a la charla,
presentarme,
sonreír,
contarles que soy del interior,
y que en días como hoy,
extraño mucho.

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