jueves, 16 de febrero de 2012

Resolana

Soy un polizón de este barco abandonado,
un carajo bajito,
oxidado,
hamacándose en el aire,
sobre la agonía de un puerto sucio,
flotando como la intriga,
como los peces de colores en aceite quemada.

Todo esto es lo que nos queda cuando me voy,
todo esto es lo que nos queda cuando te vas,
todo esto es lo que nos queda cuando nos vamos:

un mar con sal light,
un aguamuerta sobre la arena,
un guardavidas bronceado y serio,
con los anteojos de sol
perdidos en el horizonte nublado,
mientras Alfonsina pide ayuda entre las olas,
desesperada,
arrepentida,
y una señora de malla entera junta caracoles,
los escucha,
tienen el ruido de Microcentro,
dicen que la resolana igual nos quema,
factor nosotros,
siempre nos quemamos,
hay que tener más cuidado,
no podemos pasar,
éste es el límite,
del otro lado es una playa privada,
de esas donde nadie aplaude
cuando se pierde un nene.

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