viernes, 14 de junio de 2013

Heladería


Apoyada en una silla de plástico,
concentrada y feliz,
una nena toma helado de chocolate.

Con mirada inocente,
casi triste,
un ovejero alemán la rodea.

Ella lo mira de reojo,
sin miedo,
frunciendo las cejas,
alerta,
desafiante;
mientras el sol ilumina
sus cachetes pegoteados.

La mamá,
una piba con tatuaje de Racing,
la observa desde la sombra;
con un pucho en la mano,
sonriendo y meneando la cabeza.

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